Dejando aparte el 1 de mayo, que no me hace tilín, por muy festivo que sea; si tuviera que elegir un día de mayo no sabría si quedarme con el 5, que nació mi hija, el 6, aniversario de mi boda, el 11, cumpleaños de mi mujer, el 24 o el 27; días en que nacieron mis respectivos ahijados. Porque mayo es también 10 en Eindhoven, 14 en Turín, 17 en Glasgow y vuelve a ser 27 y Varsovia.
Mayo, siempre mayo.