De vez en cuando el universo nos regala alineaciones de estrellas, planetas y constelaciones para el deleite de astrónomos, frikis y no duchos en la materia. Capricho de dioses o el destino, o bien extrañas leyes de funcionamiento al alcance de unos pocos. Magia, ciencia o casualidad; en cualquier caso, algo que dicen nos puede afectar aunque desconozcamos su existencia.
Da igual, la geometría también tienen sus albures. Sea euclidea, analítica, diferencial, proyectiva, descriptiva, plana o espacial; como es el caso. Si a una situación de pandemia se le alinean un recibidor con pasillo, más la habitación de tu hijo pequeño con su amplio ventanal, habrá quien consiga marcarse un 10K sin salir de su casa, eso que a día de hoy supone nuestro universo.
Pues sí, lo que hace el mono. Y el confinamiento. Y no tener vecinos debajo, claro está.